Repasamos lo meteo más loco del 2017, uno de los años más raros que se recuerdan
Marcos Fernández Fernández
29/12/201717:10 h.Nieve en las playas del Mediterráneo
Cuando el invierno apuntaba a que debíamos darlo por perdido. Una potente ola de frío nos sorprendió congelando los termómetros aunque sin dejar prácticamente nada de nieve en la Península. Nada salvo en el lugar donde nadie la esperaba. La sorpresa llegó con el aporte de humedad al Mediterráneo en el momento exacto en que la lengua de aire frío atravesaba en paralelo la costa mediterránea. Y el premio gordo se lo llevó la costa de Orihuela.
Foto: nieve en la playa de Torrevieja, 19 de enero de 2017
La sorpresa fue mayúscula la mañana del 19 de enero, un amanecer que muchos recordarán para siempre porque hacía décadas, en concreto, desde 1954, que no nevaba con tanta intensidad en puntos de la costa valenciana, como Benidorm o Jávea. Murcia también recibió la visita del elemento blanco en una jornada que pocos olvidarán.
Junio abrasador, récords de calor
Que el verano se anticipa cada vez más y se prolonga hasta meterse en octubre es prácticamente un hecho comprobado año tras año. Sin embargo, este 2017 no deja lugar a dudas del infierno con el que se despidió la primavera: una ola de calor histórica que rompió los récords de calor cuando ni siquiera habíamos dado por empezado el verano.
Los 43 grados, ejemplo, en Santa Elena (Jaén) o 40 en Madrid, que por primera vez en la historia alcanzaba esta marca en primavera. Ni siquiera, de forma oficial, se había llegado a este valor anteriormente en verano en la capital.
Solo en el año 1981 tuvimos una ola de calor tan temprano. Casualmente, ese año también nos cocimos. Por ello, es uno de los más cálidos que se recuerdan desde la segunda mitad del SXX.
El año de las olas de calor
¡Hasta 5 contabilizó AEMET! Desde el año 1975, no registrábamos un año tan cálido como el que se va.
La primera ola de calor de 2017 (y la peor) tuvo lugar entre 13 y el 21 de junio, la segunda entre el 12 y el 16 de julio, la tercera entre el 28 y 30 de julio, la cuarta entre el 2 y el 6 de agosto y la quinta entre el 20 y el 22 de agosto.
Por ejemplo, del 12 al 16 de julio se superaron los 45 grados (¡45 gradazos!) en puntos del Valle del Guadalquivir. También en el del Guadiana. Esa marca no se volvió a alcanzar en todo el verano. De hecho, Córdoba se llevó la palma a la provincia más abrasadora en esa segunda ola de calor, corta en duración pero intensa como pocas: 46,9 grados, según AEMET. Otra fuente oficial, la Agencia del Clima de la ONU, los elevó a 47,3.
Chorro polar en julio
Entre la primera y la segunda ola de calor, el verano nos tenía reservada una sorpresa que nos dejó helados literalmente. No solo volvió la nieve a las zonas más altas de montaña (también ocurrió en agosto) sino que los termómetros se desplomaron borrando de un plumazo el verano.
Foto: espectacular granizada el 3 de julio en Madrid
Estrenamos julio con valores por debajo de 20 grados en todo el interior y norte peninsulares, tormentas intensas y granizo.
Pocas veces en verano había sucedido, pero se llegó a repetir hasta en dos ocasiones haciéndonos pensar que el calor se retiraría pronto, pero ¡nos equivocamos!
Granizos como pelotas
Los contrastes tan violentos de temperatura en apenas horas han generado tormentas virulentas que han descargado en forma de granizo debido al choque de masas: muy fría en altura y cálida en superficie.
Foto: granizada en Teruel el 23 de septiembre
Por poner un ejemplo, los turolenses recordarán la granizada del 23 de septiembre que cubrió algunos puntos de la ciudad con medio metro de granizo y 40 litros de agua por metro cuadrado.
Una tormenta similar despidió junio en Girona. El día 30 de septiembre cayeron más de 50 litros en apenas 30 minutos. Buena parte de esa precipitación cayó en forma de hielo.
Heladas otoñales excepcionales
Con el anticiclón echado sobre nosotros y sin lluvias ni borrascas a la vista, las heladas han campado tranquilamente desde mediados de noviembre hasta la ola de frío con la que dimos la bienvenida a diciembre.
No hablamos de unos cuantos grados bajo cero. Ha llegado a helar en la costa valenciana varios días seguidos algo que en la serie histórica de AEMET es un hecho excepcional que rara vez se repite y menos aun cuando todavía no ha llegado el invierno.
Para valores fríos, las mínimas de -13 a -15 en puntos de las provincias de Teruel, Guadalajara y Cuenca, que han marcado registros que no se veían en muchos años.
Ana, la ciclogénesis huracanada
No podemos cerrar el ránking del loco 2017 sin la borrasca Ana, la primera que recibía un nombre oficial consensuado por las agencias de meteorología de Francia, Portugal y España.
Ana se formó rápidamente y de la misma forma desapareció dejando a su paso cantidades de lluvia ingentes en menos de 24 horas, por ejemplo, los 200 litros caídos en Galicia o la racha de viento de (¡atención!) 179 km/h en la estación de esquí de Valdezcaray en la Rioja Alta.