Los observadores meteorológicos Mike Dorfman y Tom Padham aprovecharon un descanso en el trabajo para experimentar la fuerza de ráfagas de viento a unos 175 kilómetros por hora. Mientras uno grababa, el otro aprovechaba para “disfrutar”, como cuenta el Observatorio en su página de Facebook, de las condiciones extremas. Poco después, el juego había sido visualizado por más de un millón de personas.