La 'indecente' Bomarzo regresa a Europa con una estética del siglo XXI para el Teatro Real

La ópera del argentino Alberto Ginastera se ha estrenado este lunes 24 de abril en una producción del coliseo madrileño con la Ópera de Amsterdam que supone su regreso a las tablas europeas desde hace 40 años. Además, recuerda inevitablemente la censura a la que fue sometida por la Junta Militar Argentina poco después de su estreno en Washington en 1967 para "resguardar la moralidad pública" en lo que se conoció como el 'Bomarzo Affaire'.

Y, aunque sobre gustos no hay nada escrito, sí ha habido unanimidad en el patio de butacas contra la insistente manía de las dictaduras de coartar la libertad cultural y de expresión. Ni los ballets eróticos que se suceden a lo largo de la pieza, ni los torsos descubiertos, ni el desnudo integral del joven barítono mexicano Germán Olvera en el papel de Giromalo, han podido convencer a ningún espectador de la necesidad, menos presente, pero tampoco pasada, de prohibir la representación. Decisión ésta que, paradójicamente, ha incrementado a lo largo del tiempo la fama de la obra y de la que nadie era ajeno en su puesta de largo en la capital española.

'Bomarzo' es una adaptación del libro homónimo Manuel Mujica Lainez hecha por el propio autor y un encargo de la Opera Society de Washington a Ginastera, en la que se invierte el eje narrativo de la novela. Envenado con un supuesto elixir de inmortalidad, desde su agonía, el protagonista repasa una vida repleta de perversiones, en la que se entremezclan las maquinaciones de la nobleza renacentista. Despreciado por su familia y engañado por su mujer, el duque vive amargado pero confiando en una inmortalidad que no llegará a cumplirse.

EL PARQUE DE LOS MONSTRUOS

Al norte de Roma, en la entrada del Parque de los Monsturos, en el que se inspiró el escritor para su historia, reza una advertencia: "Tú que aquí entras, presta atención y dime si tantas maravillas son producto del engaño o bien del arte". Ese mismo aviso parecen haber recibido los espectadores del Real, que han asistido con pareceres diversos a la actualización estética ideada por el director de escena, Pierre Audi. "Necesitaba encontrar un nuevo camino para presentar la historia a un público moderno y hacer que se interesasen por ella", había explicado previamente.

Para ello, ha elegido un escenario a veces de aspecto lunar (casi lunático), a veces vacío con la excepción de tubos incandescentes que cruzan verticales, horizontales o diagonales e iluminan la escena, composición del escenógrafo iluminador Urs Schönebaum. Todo lo monstruoso queda relegado a un fondo videoproyectado de la mano del artista John Rafman.

El director de escena no ha querido insistir en la deformidad física del duque, aunque las palabras 'joroba' y 'jorobado' se repiten una y otra vez en boca de todos los personajes. Audi prefiere dejarse llevar por la ensoñación del protagonista, lo que exige una fuerte carga dramática al tenor inglés John Daszak, en la piel de Pier Francesco Orsini, personaje que se desdobla en diferentes figuras humanas dependiendo de la edad que tiene en sus recuerdos.

Por su parte, el director musical, David Afkham (director principal del Coro y Orquestas Nacionales de España), que debuta en el Real, ha sido uno de los más aplaudidos al finalizar la representación, aunque parte de los asistentes habían abandonado la función en el descanso.

MICROTONALISMO

Afkham ha dirigido una música que rehuye la tonalidad y utiliza el microtonalismo aleatorio, aunque también se acerca a la escritura modal con el fin de recrear la música italiana renacentista, en la que se desarrolla la trama, con el uso de formas arcaicas como el madrigal, la musetta o la villanella. La orquesta, con una base convencional de cuerdas, madreras y metales, incluye 73 instrumentos de percusión a los que se suma la clave, la mandolina, la viola de'amore y la viola da gamba.

Junto con Daszak y Olvera, completan el reparto la contraalto Hilary Summers (Diana Orsini, abuela del duque), la mezzosoprano Milijana Nikolic (Pantasilea, cortesana de Florencia) y el barítono Thomas Oliemans (Silvio De Nardi, astrólogo del duque), así como Nicola Beller Carbone (Julia Farnese, esposa del duque).

Precisamente, al estreno ha acudido la soprano Isabel Penagos, que representó por primera vez el papel de Julia Farnese en 1967, así como la hija del compositor, Giorgina Ginastera. Ambas se han mostrado entusiasmadas con la producción, en declaraciones a Europa Press, en especial con la puesta en escena.

El Teatro Real ha programado cinco funciones de 'Bomarzo' (24 y 28 de mayo y 2,5 y 7 de mayo), que será retransmitida en directo y gratuitamente para todo el mundo el próximo viernes 5 de mayo en Palco Digital y The Opera Platform, en el marco de los Europeans Opera Days. También será proyectada en teatros de Chile, Colombia, Ecuador y México, gracias al patrocinio del Grupo Prisa, y en todas aquellas instituciones que deseen utilizar la grabación disponible en Palco Digital también gratis hasta el próximo 5 de junio.

Entre los asistentes al encuentro se encontraban la exalcaldesa de Madrid Ana Botella y la presidenta de la Comisión de Cultura del Congreso, la diputada de Ciudadanos Marta Rivera De la Cruz, así como el embajador argentino, Federico Ramón Puerta, la cónsul general, Sandra Moira, y la directora general del INAEM, Montserrat Iglesias.