Diciembre en bici: investigamos si es verdad que dar pedales con frío adelgaza más
Cristina Abel
30/12/201810:58 h.Con temperaturas bajas mejor refrigeración
Cualquier actividad física al aire libre es recomendable. Tanto médicos como profesionales del mundo del deporte coinciden en dos consideraciones a tener en cuenta: el tipo de persona y cómo de baja sea la temperatura. "El ser humano es una máquina exotérmica. Esto significa que producimos calor y funcionamos como un motor", señala el doctor Tomás Fernández Jaén, jefe del servicio de medicina deportiva de Clínica CEMTRO. "Cuando practicamos deporte, los músculos consumen energía y producen más calor –añade– y si estamos en un ambiente fresco mejora el rendimiento porque al mismo tiempo refrigeras y no se produce un aumento desorbitado de temperatura interna".
Mayor gasto energético
Aspecto con el que coincide Sergio Consuegra, miembro del Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (COPLEF). "Gran parte de las calorías que quemamos se disipan en forma de temperatura y contamos con un buen sistema para disiparlo, el sudor. Cuando la temperatura es baja hay que hacer un sobreesfuerzo para mantener el cuerpo en unos niveles correctos", indica. “Si, por ejemplo, estamos en un ambiente de 0 grados, tendremos que comer más para que esa fuente de calorías ayude a producir más energía y, por tanto, más calor", añade el médico, para el que es tan importante la ingesta como una buena hidratación.
Dos litros de agua evaporados
Muchos piensan que con menos calor el cuerpo no necesita tanta agua como en verano y es justamente todo lo contrario. "A bajas temperaturas necesitamos hidratarnos mejor aún, ya que podemos perder hasta dos litros de líquido por la evaporización (vaho)", subraya Fernández. "Debido al frío no tenemos esa sensación de sed y hay que tener en cuenta que en deportes de esquí y de montaña el organismo pierde muchísima agua, por lo que es obligatorio un aporte extra de agua y sales minerales", continúa.
Ojo con la hipotermia
Aumentamos las defensas, inyectamos energía, ganamos fondo físico y quemamos calorías, pero también debemos tener en cuenta que uno de los mayores riesgos a los que nos enfrentamos haciendo deporte al aire libre es la hipotermia. Es muy importante que tengamos en cuenta dónde se encuentra el termómetro antes de salir a cumplir con la tabla de ejercicios, sobre todo en personas con asma o con enfermedades cardíacas. El frío puede desencadenar crisis asmáticas o agravar los problemas de circulación, por lo que en estos casos es preferible practicarlo en un gimnasio y siempre bajo la supervisión de expertos en la materia.
Con heladas más resbalones
El deporte al aire libre y en buenas condiciones climatológicas "mejora la refrigeración y contribuye a mejorar todas las reacciones fisiológicas y químicas dentro de nuestro organismo", pero en el caso de la bicicleta hay que tener en cuenta que estamos en época alta de accidentes, "el suelo suele estar helado y se producen muchos resbalones", señala el doctor, que recuerda a los ciclistas ser especialmente precavidos con las heladas, lluvias y nevadas.
Equipamiento, hidratación y dieta hipercalórica
Las precauciones son válidas para todos los deportes practicados outdoor. Equipamiento adecuado: "ropa transpirable tanto la primera capa como la segunda, que no se mojen, es decir, mejor sintéticas para que no se queden fría por el sudor, y una tercera capa cortavientos que también transpire y que nos proteja del viento y de las bajas temperaturas", comenta el especialista en actividad física y del deporte, que añade protección especial en cabeza y manos en el caso de los que opten por el pedaleo, ya que la temperatura corporal es un poco inferior a la que generan otros deportes.
"Buena hidratación y una dieta hipercalórica, formada fundamentalmente por proteínas y lípidos para tener mayor reserva", son las otras dos recomendaciones que añade Tomás Fernández y que deben ser tomadas en consideración en esta época del año.
…Y para la San Silvestre
Un último consejo para los que preparan la San Silvestre: contactar con un profesional antes de afrontar un reto deportivo. "Invertimos un montón de dinero en las últimas zapatillas, chaquetas, gorros, en el reloj último modelo y 20.000 cosas más y no sabemos correr, tenemos exceso de peso, falta de fuerza y un montón de detalles que son los que propician las lesiones", concluye Consuegra.