Equinoccio a la vista: ¿por qué este año el otoño empieza el día 22 de septiembre?
eltiempohoy.esEl cambio meteorológico que hemos experimentado en las últimas semanas (la llegada de las lluvias y la sorprendente bajada de las temperaturas) han sido el preludio de lo que está a punto de llegar: ¡El otoño! El ‘momento sudadera’, las noches con mantita, los arrumacos, la nostalgia y la inspiración poética tienen fecha y hora concretas, el 22 de septiembre a las 16.12h (hora peninsular). Pero, ¿cómo que el 22?, ¿el otoño no empieza el 21 de septiembre de toda la vida? Pues no.
"La fecha de comienzo de las estaciones tiene una ligera variación cada año. Tiene que ver con la manera de contabilizar los días según nuestro calendario y con los diversos movimientos de nuestro planeta, como el movimiento de precesión", nos han aclarado en el Planetario de Madrid. Vayamos por partes:
- La entrada del otoño puede darse entre el 21 y el 24 de septiembre. Quizá no lo recordamos pero, en el año 2014 y en el 2015, el cambio de estación se produjo el día 23 en ambos casos. Este año, como ha sido bisiesto y le sumamos un día a nuestro calendario (el gregoriano), se retrasa un día y, por eso, comienza el 22.
- Los calendarios son una invención de las sociedades para organizar el paso del tiempo. Se ajustan a lo que tarda el planeta Tierra en dar una vuelta al Sol (no es una invención al azar), pero la distribución de los meses puede variar según el lugar y el momento en el que nos encontremos. Por eso, hay un calendario chino, hubo un calendario juliano… por lo que no podemos esperar que la rigurosidad temporal de los astros coincida plenamente con la nuestra (aunque se acerca).
- Los equinoccios van ligados a uno de los cinco movimientos de la Tierra, el de precesión. Éste hace referencia al cambio de orientación del eje central de nuestro planeta y puede alterar al momento en el que el Sol cruza el ecuador celeste, justo el instante en el que comienza el periodo otoñal.
Lo que no variará de ninguna forma es lo que ocurrirá el 22 de septiembre: que el día y la noche durarán exactamente lo mismo, haciendo honores a la etimología de la palabra equi-noccio, que en latín significa 'igual a la noche'.equi-noccio