En invierno, y mucho más en Navidad, todos nos divertimos jugando con la nieve. Y cuando decimos todos, nos referimos a TODOS, también a los animales que, como este oso panda, disfrutan de la vida destrozando lo que parecía ser un muñeco de nieve. El oso no ha dejado títere con cabeza –y nunca mejor dicho- y hasta que no se ha caído pasando por encima de la bola de hielo no ha parado. Nos encanta.