Ríos y embalses a rebosar: el hermoso paisaje de agua que deja el temporal tras las lluvias

Las lluvias han resucitado caudales como el del Mundo en Albacete. Un lavado de imagen que le ha sentado bien a ríos como el Pisuerga, en Valladolid. Si hace unas semanas estaba seco y sucio ahora presume de un caudal que se ha duplicado.

También ha pegado un buen estirón el Ebro, en Zaragoza. Ha crecido un dos por ciento más en los últimos días y supera ya la mitad de su capacidad.

La nieve y el deshielo también están sirviendo para alimentar ríos como el Barosa, en Pontevedra. Si hace unos meses la sequía preocupaba a Galicia ahora el Miño cubre las termas en Orense y el Arnoia ha llegado a desbordarse. Tal ha sido el atracón de agua que el embalse de Ullíbarri, en Álava, ha optado por abrir sus compuertas.