Llegaremos a 45ºC la semana que viene: analizamos si otros julios ha hecho tanto calor

Sin ir más lejos, el año pasado tuvimos el julio más caluroso en 137 años en todo el mundo. Ahí es nada. Y con un montón de récords de temperatura, tanto en el mundo en general como también en nuestro país.

Uno de ellos es tremendamente revelador, pues correspondiente a la máxima más alta que se ha registrado nunca en España. Ocurrió a mediados de mes en la ciudad de Córdoba. El 14 de julio de 2017 la AEMET anunciaba que se había llegado a recoger 46,9 grados en una de sus estaciones oficiales (hay otros tipos, pero es más difícil verificar sus datos). El anterior récord absoluto también se produjo en Córdoba, igualada con Sevilla, de 46,6 grados. Se alcanzaron ambos el 23 de julio de 1995.

Estos 46,9ºC fueron, en definitiva, la mayor temperatura máxima alcanzada en el país en una estación principal de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) desde que hay registros. Pero no quedó ahí la cosa. Esa misma tarde una estación automática midió en Montoro (Córdoba) 47,3 grados centígrados que, al no haber sido recogidos en una estación principal, quedó pendiente de confirmarse. De momento, el récord absoluto lo sigue ostentando Córdoba.

Durante ese tiempo, que además correspondía con la segunda ola de calor de aquel año, también se batieron otros récords de temperatura. Otras seis capitales de provincia pulverizaron sus máximos, como en Badajoz aeropuerto, donde se anotaron 45,4 grados, cuando su anterior cota estaba en los 44,8 de 2003; o Cáceres, que hizo 44,2 y el anterior máximo estaba en 42,6 en 2005. Otras ciudades de récord fueron Ciudad Real, Granada base aérea, Jaén y Teruel.

Así, queda confirmado que no es tan raro que tengamos temperaturas tan elevadas en julio. De hecho, es el mes en el que más picos se producen. Este año además no va a ser tan fácil, pues las previsiones apuntan a que en general será un mes bastante más suaves, entre otras cosas, a la producción de tormentas. Este año parece que el verano nos va a dar un respiro... después de cuatro años de mucho, mucho calor.