¡Ojo con las tormentas del fin de semana! Una lengua de frío traerá cielos grises y lluviosos

Es imposible hacer planes para el fin de semana en primavera: en un abrir y cerrar de ojos, el tiempo cambia y, donde hacía sol y calor, de repente se encapota el cielo y empieza a tronar. Eso es precisamente lo que va a pasar en menos de 24 horas: la llegada de una lengua de frío por el norte va a producir tormentas generalizadas.

Estas tormentas se formarán de la misma manera que las últimas que tuvimos hace un par de semanas, y que produjeron mucho granizo y rayos. Las nubes de evolución diurna irán creciendo por la mañana, alimentadas por el calor en superficie y por el frío en altura. Estos dos elementos juntos harán que se terminen gestando los famosos cumulonimbos, las típicas nubes de tormenta que contienen electricidad y granizo. Por la tarde-noche, cuando se queden sin el 'combustible' del calor, descargarán con fuerza y tocará prepararse para unas cuantas horas de lluvia.

Así, se espera que afecten principalmente el viernes al interior peninsular, especialmente en Extremadura, entorno de los sistemas Central e Ibérico, sin descartar más tarde Huesca y Lérida, sureste de Castilla-La Mancha y sierras del centro y este de Andalucía. En todos estos puntos tampoco se ha descartado la descarga de granizo fuerte.

*Imagen: mapa de previsión para el viernes, 18 de mayo / Aemet

De hecho, ya están activados los avisos por riesgo de tormentas en Huesca, Zaragoza, Teruel, Ávila, Salamanca, Lérida, Badajoz y Cáceres.

Fin de semana tormentoso

Pero esto no acabará aquí: el sábado también tendremos tormentas, si bien se habrán desplazado al entorno de los sistemas Central, Ibérico y Penibético, así como en Huesca y Lérida. Para el domingo remitirán y perderán fuerza, y ya solo nos las encontraremos más hacia al este peninsular, siendo probables los chubascos en el interior del tercio este y zonas próximas tales como Pirineos, norte de Cataluña, entorno del sur del Sistema Ibérico y sierras Béticas, zonas en las que pueden ser puntualmente fuertes.

La buena noticia es que, a pesar de su intensidad y de los destrozos que pueda traer, la duración de estos temporales suele ser escasa. De hecho, en todos los casos terminan remitiendo durante la noche.