Embalses al 90% y cascadas: alertas por el desbordamiento de los ríos vascos

Por esta razón, los transeúntes que pasan cerca de algún río no pueden quitar el ojo y no es para menos. Las lluvias han aumentado intensamente el nivel de capacidad de los ríos y embalses, alcanzando lo que hacía muchos años que no se veía.

El río Urumea, por ejemplo, ya se ha desbordado a su paso por Hernani. Ha provocado la inundación de algunas huertas y de un campo de rugby donde este fin de semana no se podrá jugar. "Tenía partido aquí, pero yo que creo que se ha suspendido" aseguraba un vecino de la localidad.

¿La causa? Las constantes e intensas lluvias. En el mes de febrero ha llovido en el País Vasco durante todos los días menos uno y eso ha hecho que la mayoría de sus ríos se encuentren en alerta amarilla. Algunos vecinos lo ven claro "Entre la nieve que había y el agua que está cayendo…".

El río Oria, por su parte, tiene el caudal al límite en su paso por Lasarte, bajo la atenta mirada de los vecinos que esperan que si llueve media hora más se termine desbordando. Al igual que ocurre con el embalse de Ullibarri que está casi al 90% de su capacidad. Éste tiene tres compuertas abiertas que están desembalsando poco a poco para cuando llegue el deshielo.

La otra cara del deshielo y de la lluvia se muestra en algunas cascadas de diferentes puntos del país, como la de Pedrosa de Tobalina que ahora baja con toda su fuerza. La belleza que presenta es algo que nadie se quiere perder y comentan "Nunca la había visto así" "Está a tope, tope".

A rebosar también vemos otras cascadas como la de Orbaneja o la Peñaladros, que parece enfurecida, una situación que acaba de empezar porque se esperan más lluvias durante toda la semana.