Te volvemos a explicar eso tan sencillo y lioso del equinoccio de primavera
Marcos Fernández* | Meteoralia
20/03/201808:01 h.Comencemos por el principio: ¿qué quiere decir exactamente equinoccio? La palabra, que viene del latín, significa 'noche igual'. Es decir, día y noche alcanzan la misma duración en ese momento tanto en el hemisferio norte como en el hemisferio sur.
Exactamente, no tiene lugar el 20 de marzo sino el día 16. Esa jornada, día y noche han tenido la misma duración respectivamente: 12 horas tanto en el hemisferio norte como en el sur. La diferencia sustancial reside en el hacia dónde se dirige la dinámica: en que el norte los días se van haciendo más largos frente al hemisferio sur donde estos serán cada vez más y más cortos hasta la llegada de los solsticios.
Equilux, noche y día con la misma duración
A esta fecha en la que día y noche tienen la misma duración se les llama equilux. Tiene lugar dos veces al año en cada hemisferio coincidiendo con la entrada del otoño y de la primavera. Y es solo durante estos días cuando tanto el polo norte como el polo sur reciben la misma cantidad de luz solar.
Asimismo, como referencia la primavera no siempre comienza el mismo día. En ocasiones, coincide con el 20 de marzo y, otras veces, con el 21. Lo mismo ocurre con el otoño, cuya fecha de arranque fluctúa entre el 22 y el 23 de septiembre.
Pero, hay otro factor, quizá también el más evidente, por el que sabemos que estamos en primavera y este es el buen tiempo. Primavera es sinónimo de temperaturas cada vez más altas y, conforme nos acercamos al verano, de tiempo más estable y menos precipitaciones. La propia etimología de la palabra nos lo señala porque primavera significa precisamente eso: buen tiempo (entendiendo como buen tiempo las características de tiempo seco y soleado).
De hecho, la luz solar gana cada vez más terreno de camino al verano hasta que alcanza el solsticio. En esta fecha tiene lugar la noche más corta del año y el día más largo. A partir de ahí, los días empiezan a menguar en el hemisferio norte. Lo contrario ocurre en el hemisferio sur.
La luz solar favorece la floración y también un mayor calentamiento de la superficie. Por esta razón las temperaturas son progresivamente más altas hasta que alcanzamos el verano.
Un dato curioso
Pocos sabrán a estas alturas que la primavera astronómica coincide con la meteorológica gracias a la decisión que tomó el Papa Gregorio XIII en 1582. Ese año decidió que el día siguiente al 4 de octubre saltará al 15. Fue así como ajustó el inicio astronómico con el equinoccio de la primavera.
Aquel mismo año el inicio de la nueva estación tuvo lugar el 11 de marzo. Gracias a este ajuste y a los cambios bisiestos el calendario y cada una de las cuatro estaciones acontecen de forma coordinada.
¿Cuál es el tiempo típico en primavera?
Ahora bien, sobre el 'buen tiempo' no siempre es verdad porque tenemos constancia de primaveras frías con temperaturas bajas y con nevadas que se han prolongado hasta el mes de junio. Si tomamos en cuenta los registros de los últimos 40 años, las décadas de los 70 y los 80 mostraron anomalías térmicas negativas durante los meses de marzo, abril y mayo. Por el contrario, desde los años 90 la tendencia se ha invertido y las anomalías han sido positivas.
La primavera y el comportamiento
Las estaciones del año tienen mucho que decir sobre cómo somos, según la región del hemisferio norte en que habitemos y, también a nivel individual, porque al margen de que la primavera sea o no una estación lluviosa, según el lugar en el que nos encontremos, el hecho de recibir más luz solar afecta a los niveles de serotonina. La hormona de la felicidad se pone en marcha y nuestro ánimo mejora. Nos mostramos más enérgicos que en otoño o en invierno donde, generalmente, nos sentimos apáticos.
Del otro lado están las alergias y otras afecciones propias de esta época del año. La más conocida es la astenia, que a día de hoy se define como un trastorno adaptativo al cambiar a esta estación del año. Dificultades para conciliar el sueño, fatiga o cansancio son algunos de los síntomas que aparecen con la primavera en parte de la población. Se combate incrementando la actividad diaria, por ejemplo, con deporte.
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*Marcos Fernández (@marcosfdezfdez) es periodista especializado en Meteorología.