Especial abril: analizamos si a un invierno cálido le seguirá una primavera calurosa

"Partimos de un invierno que ha sido el cuarto más cálido del siglo XXI", recuerda Fernández, antes de avanzar su veredicto de cómo va a ser la primavera de 2019. "Según los modelos, será una primavera normal", dice. Puede sorprendernos, pero nuestra meteoróloga remite a las previsiones estacionales de la AEMET, que ya se acercaron mucho a lo que ha ocurrido este invierno.

Para la Agencia Estatal de Meteorología, esta será "una estación normal o con valores algo superiores".

Sin embargo, sí está habiendo una excepción: las temperaturas máximas de estas primeras semanas. Y parece que seguirá así un tiempo en casi toda la Península y ambos archipiélagos: "Seguirá habiendo máximas cálidas, más propias de finales o mitad de primavera que del arranque de la estación".

Eso sí, quienes parece que se libran del calor fuera de lo normal es el "noroeste peninsular". Rosalía Fernández apunta a una primavera allí con "valores dentro de lo normal". Es decir, lluvia y temperaturas medias de otros años.

Donde más vamos a notar esta desviación térmica es en el interior, ya que al 'calor' se suma una primavera normal en precipitaciones, sin lluvias extraordinarias.

Fernández resalta que "al menos, en el sureste y Baleares compensaremos las temperaturas calurosas con unas cantidades de precipitación por encima de la media". Tendremos "valores más altos" lo cual es una grata noticia ya que en algunos puntos de lleva sin llover más de un mes y hasta dos meses sin una gota de agua.

El tiempo que hace viene definido por "patrones atmosféricos globales", recuerda la meteoróloga de Mediaset. Estos se imponen y pueden "marcar lo que sucede en la atmósfera a medio y a corto plazo, como el vórtice polar, el gran culpable de que los inviernos sean fríos o cálidos".

Este año, tras una ruptura leve del vórtice polar (es decir, tras la ausencia casi total de olas de frío), nos influyen directamente "las masas de aire cálido de origen subtropical". Estas han venido entrando desde mediados de invierno hasta ahora y así sigue.

"El patrón atmósferico es claro", explica Fernández y "tanto los modelos GFS como ECWF coinciden" en señalar que las borrascas y las masas de aire frío se quedan muy al norte mientras que "las puertas a las invasiones de aire cálido siguen abiertas en la Península con pequeños paréntesis de lluvias pasajeras".

Podemos resumir la previsión de la primavera en el retrato de lo que viene sucediendo esta semana: tiempo anticiclónico, ascensos marcados de temperaturas y pequeños recesos con lluvias.

Aun así, apunta Fernández, "a un invierno cálido no siempre le sigue una primavera calurosa". Tenemos ejemplos de "estaciones invernales con temperaturas altas quedan terminado con grandes fríos".

Veremos si los modelos se equivocan y termina cumpliéndose el refranero que nos recuerda aquello de que "cuando marzo mayea, mayo marcea".