No solo existe el de San Miguel: todos los veranillos que habrá en octubre en Europa
eltiempohoy.esY lo mejor es que durante todo estos meses de la que se considera la estación más variable del año, el calendario está plagado de fechas en las que podemos retornar al verano con valores altos que se pueden dar y repetir durante los meses de octubre y noviembre.
Pensamos que estos veranillos son exclusivos de España, pero no es así. En Europa, nuestros países vecinos, también regresan a los meses más cálidos y tienen sus propios veranos o veroños marcados en el calendario.
Los veranillos del este europeo
El retorno del verano siempre guarda relación con aquello que ocurre en estas circunstancias como es la maduración del fruto del membrillo, en el caso de España, aunque no únicamente aquí, aunque en nuestro país al final ha terminado dando nombre a este veranillo.
En el caso de nuestros vecinos europeos también tiene lugar entre finales de septiembre y la primera quincena de octubre y, por ejemplo, en Rumanía se conoce como el veranillo de los pobres haciendo alusión a la benevolencia del clima con ellos en esta época del año, según recoge en un ensayo minucioso sobre el veranillo, firmado por José Enrique Gargallo Gil y Marc Ruiz-Zorrilla.
En el caso rumano, tiran del relato religioso que dice que un carretero pobre rezó para que se le concediese algo más de tiempo en los primeros compases de octubre ya que terminaba de trillar el trigo. Por eso, tradicionalmente, en este país y en algunos vecinos eslavos a esta época del año se la reconoce como la del veranillo de los pobres.
En algunos países también del este de Europa, este veranillo se ha mal llamado de los gitanos por la misma razón, es decir, por esa vuelta al verano que viene a agraciar a los más desfavorecidos. Aunque en España, no se le conoce con este nombre al veranillo de San Miguel, en aquellos países sí es muy popular.
Los veranillos en el norte y centro europeos
Holanda y Bélgica, que vienen de disfrutar de días benignos, conocen este veranillo como el de las grullas. Y es que es ahora cuando estas especies empiezan a emigrar a latitudes más al sur huyendo de la llegada de las lluvias y el frío, que están a las puertas de estos países y de sus vecinos del norte del continente.
Si viajamos hasta el corazón del centro de Europa, checos y eslovacos lo denominan cariñosamente como el veranillo de las abuelas, haciendo referencia, precisamente, a la benevolencia del clima para disfrutar de los últimos días de tiempo seco, soleado para disfrutar del aire libre.
En el caso de estos países centroeuropeos donde los inviernos son duros y largos, este receso supone una especie de bendición para personas de avanzada edad.
Sin embargo, en este mismo documento se recoge también otra versión mágica y menos apegada a la realidad. En los países eslavos se le conocen como el verano de las viejas porque se creía en la superstición de que las mujeres tenían el poder de volver atrás en las estaciones e influir directamente en la meteorología.
En Rusia y en países escandinavos, a este receso se le conoce, sin embargo, como el verano de los hilos o de las telas de araña. ¿Por qué? De nuevo, hay que encontrar referencias en la propia naturaleza. Finales de septiembre y primeros de octubre es el momento del año en que esta especie asegura su supervivencia y podemos encontrar telas de araña o hilos de esas telas por doquier. Se asocia a los días cálidos del otoño. Una versión más romántica, pasa de los hilos de las arañas a las propias hilanderas que, al fin y al cabo, es lo que hacen.
Indian summer
Todos estos veranos, que año tras año aparecen y que cada vez lo hacen más avanzado el otoño, tienen correspondencia con el Indian Summer, que es quizás el más conocido porque se celebra por todo lo alto en Estados Unidos.
Como en el caso de Europa, y como curiosidad, también hace referencia a la historia en tiempos en los que las tribus indias sabían que se acercaba un paréntesis antes de la llegada del gran frío para terminar sus cosechas y cazar las últimas piezas.
Y tanto en EEUU como en Europa a este verano le sigue el de San Martín. La única diferencia es que al otro lado del Atlántico consideran también como un retorno al Indian Summer el nuevo repunte de temperaturas, que no siempre llega a ocurrir.
