La primera consecuencia del verano inestable: hoteles más vacíos y reservas de última hora
Durante la primavera son muchos los que piensan en sus vacaciones de verano, y comienzan a comparar destinos, alojamientos, ofertas y rutas, antes de decantarse por una opción. Este año, elegir un destino ha costado más de lo normal, ya que al mirar al cielo parecía que la situación no iba a acompañar.
De hecho, la primavera ha sido realmente fría y húmeda, con algunas zonas durante el mes de mayo en las que no dejo de caer agua ningún día (recordemos que ha sido la más lluviosa de los últimos 50 años). Esto no invitó a pensar en las vacaciones.
Y el comienzo del verano no ha sido muy diferente, y es que desde que arrancara, las predicciones meteorológicas se han caracterizado por las fuertes lluvias, tormentas acompañadas de aparato eléctrico, inundaciones y granizo en muchos puntos de la mitad norte peninsular.
En la mitad sur el tiempo se ha mantenido bastante estable pero con temperaturas por debajo de lo habitual. De hecho, si comparamos las temperaturas registradas durante esta época en el Valle del Guadalquivir con las de 2017, las máximas superaban la barrera de los 40ºC a la sombra, mientras que durante esta primera quincena de julio la tónica ha sido que no superen la barrera de los 35ºC.
Este verano atípico en lo meteorológico está haciendo de las suyas con el turismo: "Un poco más flojo porque el tiempo no está acompañando mucho", explica un turista. Esta situación ha hecho que las reservas turísticas hayan disminuido durante este primer trimestre, pero los hosteleros se muestran optimistas de cara a la segunda quincena
Sin embargo, la meteorología dice otra cosa: se espera que se reduzcan los días de sol sin nubes que estamos acostumbrados a tener durante esta época del año aunque la inestabilidad parece que comenzará a abandonar el norte a finales de este mes. Por su parte, las temperaturas irán subiendo poco a poco conforme nos acerquemos a agosto.
Todo esto ha derivado en que la tendencia de este año sean las reservas de última hora: "Sí que es cierto que las peticiones van un poco más lentas que otros años", explica el gerente de un hotel.
Además, la competencia ha aumentado. Países como Egipto, Turquía o Grecia se han recuperado, y van a hacer que este año sea difícil superar el verano histórico del año pasado.
