El Kilauea vuelve a la carga: una veintena de turistas, heridos tras el impacto de una bola de lava en Hawái

Fueron un total de 22 personas heridas, pero más de la mitad de ellas, unas 13, tuvieron que ser llevadas al hospital. Así ha acabado uno de los muchos "tour de la lava" que se hacen en Hawái. Estas excursiones son el reclamo de miles de turistas que quieren ver de cerca del volcán, pero esta vez no ha sido como esperaban.

El bote se encontraba justo enfrente de Isla Grande de Hawái, lugar en el que la lava llega al mar. En medio de la tranquila observación, se levantó de repente una importante humareda a pocos metros de la embarcación. Una bola de lava del volcán Kilauea, del tamaño de una pelota de béisbol, impactó contra la cubierta del barco turístico, haciendo que cundiese el pánico entre los turistas. Esta es la impresionante imagen que ha grabado uno de los turistas en el momento exacto del impacto.

Rápidamente, las autoridades han intervenido para alejar de la zona a los turistas y llevar a los 22 heridos a tierra. El mayor daño personal ha sido el de una mujer de 20 años que se ha fracturado el fémur.

Los encargados de los tours han tenido que sacar el bote del agua para llevarlo al puerto de Wailoa y allí reparar los daños, ya que se produjo un pequeño incendio, la rotura del techo y daños importantes en el área de asientos y las barandillas de seguridad.

Hasta el momento es el peor siniestro del volcán Kilauea, ya que aún no hay que lamentar ninguna muerte pero si ha arrasado centenares de hectáreas, ha quemado varias casas y miles de personas han sido desalojadas de sus casas desde que comenzó a erupciones por primera vez el 3 de mayo. Los científicos no saben estimar cuándo acabará este fenómeno.

Acercarse tanto puede suponer una grave riesgo ya que el volcán puede desprender nubes acidas muy toxicas o que las violentas erupciones causen incidencias o daños más graves.

A pesar de ser una actividad turística arriesgada, y de los continuos avisos de las autoridades, los operadores de botes turísticos han informado de que la demanda de turistas deseosos de presenciar las erupciones lo más cerca posible es cada vez mayor.