Larga vida a la cerveza: la cebada puede ser el próximo combustible para la calefacción
En Europa, se producen al año 3,4 toneladas de desecho de cebada
España es el tercer consumidor de cerveza de la UE, con 40 millones de hectolitros en 2018
Esta nueva técnica generaría el sufiente carbón activo para cubrir 100 campos de fútbol con la mínima cantidad de grano
Las fábricas de cerveza de la Unión Europea arrojan alrededor de 3,4 millones de toneladas de grano de cebada, que podrían aprovecharse como combustible renovable (carbón activo) para calentar las casas en invierno tras un tratamiento específico. Una teoría que se lleva barajando desde hace tiempo y que se une a otras investigaciones que adjudican al desecho de este cereal la capacidad de producir biocarburantes.
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Hace escasos días, una investigación de la Facultad de Química de la Universidad Queen de Belfast apuntó a la enorme oportunidad ecológica que supondría el aprovechamiento del desecho de cebada como combustible renovable. Solo en la Unión Europea se arrojan cerca de 3,5 millones de toneladas de grano al año (peso equivalente a 500.000 elefantes) y según los creadores de este proceso solo haría falta un kilogramo de este desperdicio para generar el carbón activo de 100 campos de fútbol.
Reutilizar los recursos locales
"Nuestro enfoque novedoso y de bajo costo consiste en unos pocos pasos: secar el grano y un tratamiento químico y térmico en dos etapas con ácido fosfórico y luego un lavado con hidróxido de potasio, que son soluciones muy económicas", señaló el doctor Ahmed Osman de la School Chemistry y líder de la investigación. “Usando esta nueva técnica podemos utilizar más recursos producidos localmente, reducir las emisiones vinculadas con el sector agrícola y crear un producto de alto valor", añadió el experto, que recordó la alta demanda de este producto para calentar hogares, para piezas de grifería y como carbón para barbacoas.
Economía circular y empleo verde
La reutilización de estos desperdicios como biocombustibles encajaría en el modelo de economía circular, revirtiendo en la sostenibilidad del planeta y reduciendo la huella de carbono. Además, según Osman "tiene beneficios para el medio ambiente y la sociedad a través de oportunidades económicas y sociales”, es decir, su puesta en marcha ayudaría a la generación de más empleo verde.
España, tercer consumidor de Europa
Pero antes que el equipo dirigido por Ahmed, el Servicio de Investigación Agraria de Estados Unidos (ARS) logró convertir en biocombustible este residuo del cereal allá por 2010. Mediante un proceso de pirólisis rápida, los investigadores produjeron bioaceite a partir de tres subproductos de la cebada. A ellos se sumaron el pasado junio un grupo de ingenieros de la Universidad de Valladolid que lograron transformar los residuos de la cerveza (bagazo) en energía limpia.
Los investigadores utilizaron bacterias para transformar los azúcares de los restos agrícolas como la cebada en butanol, que puede emplearse en motores de combustión. "Un proceso limpio y respetuoso con el medio ambiente en el que se producen otras sustancias naturales como los arabinoxilanos, con potencial como prebióticos y con propiedades antioxidantes y antimicrobianas”, dijo Mónica Coca, investigadora principal a la agencia Europa Press.
Hay que recordar que el consumo de esta bebida en España sigue ganando adeptos. En España se consumieron 40 millones de hectolitros en el año 2018, una cifra récord que sitúa al país como el tercer consumidor de cerveza (Informe Socioeconómico de Cerveceros de España).