Radón, el gas cancerígeno debajo de nuestros hogares: un experto nos da tres consejos para evitar sus secuelas
PixabayEl radón, un gas de origen natural sin olor ni sabor (imperceptible para el ser humano), se produce a partir de la desintegración radioactiva natural del uranio, presente de forma natural en suelos y rocas de granito. Emana de la parte baja de construcciones asentadas sobre este tipo de piedra o de los materiales graníticos con los que están erigidas las viviendas y pasa al aire, donde se descompone y emite partículas radioactivas.
Estas son inhaladas por el ser humano y se depositan en las células, pudiendo dañar el ADN y derivando, de esta manera, en un carcinoma pulmonar. "El gas radón de por sí no es peligroso, pero se descompone en partículas radioactivas, como el plutonio, que son el verdadero problema, es radiación pura", señala Isabel Urrutia, neumóloga y coordinadora del Área de Medioambiente de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este vapor es la segunda causa más importante de este tipo de cáncer después del tabaco y se estima que la proporción de casos con respecto al total varía de un 3% a un 14%. "
"La principal causa de muerte por el cáncer de pulmón es el tabaco, pero el radón es el responsable de 1.500 de esos 21.200 casos anuales que se producen en nuestro país", señala la doctora. "Hay estudios que avalan que las personas expuestas al amianto, trabajadores de la construcción, tienen mucho más riesgo de padecer la enfermedad, y que si a eso añadimos el tabaco, las probabilidades se quintuplican, pero el radón se ha estudiado menos. Sin embargo, evidentemente, si eres fumador y vives en una casa con radón tienes mayores factores de riesgo", afirma la doctora.
La provincia de Ourense encabeza la triste estadística española del mayor número de mujeres afectadas por el cáncer de pulmón, y los científicos aseguran que en estos casos el tabaco no es el responsable, sino el gas radioactivo que irradia del subsuelos.
Tras la comunidad gallega, también se han detectado concentraciones altas en Castilla y León, Extremadura, algunas zonas de Castilla-La Mancha y Madrid. Es más, el Consejo de Seguridad Nuclear le dedica un apartado a estas emanaciones y pone a disposición de los usuarios un mapa con zonas de actuación prioritaria, donde las concentraciones de Becquerelio (Bq), unidad de medida de actividad radioactiva, son mayores, es decir, superan los 300 por metro cúbico.
Existen kits de detención del radón para profesionales de medio ambiente de salud pública, pero los organismos de los que depende su detección aportan una serie de medidas preventivas para reducir los niveles y proteger a las personas de las emanaciones radioactivas:
- Lo primero y más importante es sellar bien las grietas de las viviendas, sobre todo de las zonas bajas (aparcamientos, subsuelos o sótanos) con yeso o masilla específicos. Es importante ponerse en contacto con los organismos oficiales de los que depende el control de este gas en la provincia, para que les faciliten información y el listado de constructores especializados en el aislamiento de viviendas.
- Ventilar las casas también es importante, pero es solo una solución temporal, así que puedes optar por colocar conductos de ventilación. Son más caros, pero más vale prevenir.
- En caso de que estés pensando en vivir en zonas rurales construidas sobre granito, ten muy en cuenta dónde lo haces y el estado de conservación de la vivienda. Si has optado por una construcción nueva, asegúrate que la empresa constructora está prevenida sobre el gas y cuenta con los materiales resistentes para este tipo de emanaciones sibilinas.