Ola de calor: cada colegio podrá acortar su horario y anticipar las vacaciones

En declaraciones a los medios, el consejero ha explicado que han enviado una circular a los colegios e institutos de la Comunidad de Madrid para que "adapten la situación escolar a una situación meteorológica absolutamente extraordinaria y que puedan acortar la jornada lectiva".

A la pregunta de si podría darse que se acabaran las clases en algunos centros debido a la proximidad del final del curso, ha respondido que "podría pasar", al tiempo que ha señalado que "siempre tiene que haber una comunicación hacia los padres", y que "los padres tienen que tener asegurado que los hijos van a permanecer en el centro escolar aunque no desarrollen actividades lectivas, porque esto también es una distorsión para las familias".

"Lo más normal será que acorten esa jornada lectiva y se sigan mantenido los servicio de comedor y transporte", ha agregado Van Grieken.

¿E instalar aire acondicionado?

Respecto a la posibilidad de instalar aire acondicionado, el consejero ha comentado que la Comunidad de Madrid tiene recursos para tener una educación de calidad, "pero no son recursos infinitos".

"Hoy hemos aprobado una ley de gratuidad de libros de texto que podría cubrir también los aires acondicionados o cualquier otra cosa que podríamos poner", ha apuntado, para agregar que "esto es una cuestión de elegir".

No obstante, ha subrayado que "hay que ser analíticos" y "hay que ver cuál es la frecuencia con la que se producen temperaturas de estas características en la Comunidad de Madrid".

En este sentido, ha considerado que esta ola de calor es algo "absolutamente extraordinario" y ha cuestionado que "por algo absolutamente extraordinario" merezca la pena hacer inversiones de "decenas de millones de euros", teniendo en cuenta que hay 1.700 centros públicos.

Van Grieken no ha querido comentar la 'recomendación' del consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, de hacer abanicos de papel. "No creo que sea lo más importante", ha apuntado, al tiempo que ha manifestado que respeta a su compañero y valora su trabajo.

La indignación llega a las aulas